miércoles, 11 de abril de 2012

Sugerencias para ti, catequista

7.   Sugerencias para ti, catequista
Queremos darte  algunas  sugerencias  para  mejorar  este servicio y ofrecerte una orientación para el uso de este libro.

En primer lugar, queremos invitarte a vivir con entusiasmo tu vocación como catequista para anunciar con la vida y la Palabra el Reino de Dios y recordarte lo importante que es tu formación.

La formación de un catequista abarca varias dimensiones, una de ellas es la formación pedagógica, metodológica y didáctica en la transmisión del mensaje. Esto, sin descuidar tu formación para crecer como persona, como creyente y como miembro activo en la Iglesia.

Recuerda que el catequista es el primer oyente de la Palabra que anuncia; es un instrumento, una mediación de Dios. Además que el Espíritu Santo es el agente principal en la evangelización; Él es quien trabaja en ti que anuncias la Palabra de Dios y a la vez, en el interior de aquellos que reciben este mensaje.

En este itinerario proponemos una catequesis activa y participativa para la cual proponemos vario recursos didácticos. No es posible pensar hoy en una catequesis que se sostenga sólo con el discurso de la palabra sino que debe tomar en cuenta que “nada existe en el entendimiento que no haya pasado por los sentidos” (Aristoteles) porque en el proceso de aprendizaje-enseñanza, sólo retenemos un diez por ciento de lo que escuchamos. Necesitamos desarrollar nuestra creatividad para utilizar recursos que involucren todos los sentidos por los que se recibe el mensaje, como la vista, el gusto, aquello que tocamos, lo que experimentamos.
Se trata de realizar la catequesis como aprendizaje de la vida cristiana tomando en cuenta los tres canales de aprendizaje: visual, auditivo y cinestésico.
Visual: hay personas que perciben mejor los que ven que lo que escuchan.
Auditivo: hay otras personas que perciben mejor lo que escuchan que lo que ven.
Cinestésico emotivo: otras personas son muy sensibles al movimiento y ambiente psicológico.
Es necesario también saber crear el ambiente para favorecer la disposición interior de los participantes con otros elementos como la música, los signos, el silencio, el tono de voz, etc.

Por eso en los libros para los catequistas se sugieren varios recursos en diferentes momentos del método. Como verás, el uso de los recursos no es algo secundario, son  importantes. Sin embargo la creatividad no se agota en los sugeridos en los libros aquelo que no responda a tu realidad, puedes cambiarlos y buscar y crear otros más apropiados.

Siempre el mejor recurso de la catequesis serás tú como catequista, es decir, tu persona, tu testimonio y tu creatividad.

Como ayuda, presentamos a continuación algunas notas pedagógicas en el método catequístico y otras orientaciones que te serán de utilidad para el desarrollo en cada encuentro de catequesis.

Léelas con atención y ténlas en cuenta a lo largo de todo el proceso propuesto los libros del catequista.

No es posible pensar en un tiempo menor de uan hora para cada encuentro de catequesis. Requieren de un mínimo de hora y media.
Nuevamente, gracias
Hermanas Catequistas de Jesús Crucificado

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