miércoles, 11 de abril de 2012

¡Paso a paso con Jesús! - presentación

10.   Pedagogía de la pregunta
Tal vez, algo que llama la atención en estos libros de catequesis es el número de preguntas, que pueden parecer demasiadas. Sin embargo, a continuación queremos justificar esto, reflexionando brevemente con ustedes sobre la “pedagogía de la pregunta”, que fue una de las pedagogías que utilizó Jesús.
Paolo Freire, un gran pedagogo tiene varias afirmaciones acerca de la pedagogía de la pregunta; él dice: “El origen del conocimiento está en la pregunta, o en el hecho mismo de preguntar”. “La pregunta es natural al ser humano”. “La pregunta no es una simple técnica o recurso didáctico que sirve de enlace o punto de partida, sino una pedagogía y metodología para despertar la conciencia crítica, para cuestionar, para confrontar puntos de vista, para proponer opciones y compromisos de cambio”.  “Con la pregunta nace la curiosidad y con la pregunta se impulsa la creatividad”.
Es tarea, pues, de la educación, hacer preguntas claras y profundas. Con frecuencia educa más la pregunta que la respuesta. El hacer preguntas acertadas e inteligentes para no quedarnos en la superficie de las cosas sino ir a lo profundo, es un rasgo característico tanto de los verdaderos maestros como de los alumnos y estudiantes inquietos, deseosos de aprender y progresar. En Jesús, la pregunta no era un medio sino un proceso y un camino educativo. Enseña y hace crecer preguntando.

¿Cómo eran las preguntas de Jesús? ¿Qué finalidad tenían? Sin duda alguna la finalidad de la pedagogía de la pregunta de Jesús era la de clarificar la Buena Nueva del Reino de Dios y la de provocar una respuesta y compromiso con el proyecto de Dios.

Las preguntas de Jesús promovieron el diálogo y sobre todo la creatividad, estimularon  el  descubrir nuevos senderos y nuevas maneras de ver la vida. Las preguntas de Jesús tenían diferentes finalidades:
A veces sus preguntas eran inquietantes y desafiantes para llevar a sus discípulos a elegir: “¿También ustedes se quieren marchar?” (Jn 6,67). Otras eran sobre el sentido de la vida: “¿De qué le sirve al hombre ganar el mundo entero si él mismo se pierde?” (Lc 9,25). Otras para cuestionar las actitudes y la fe: “¿Por qué son ustedes tan miedosos? ¿Todavía no tienen fe?” (Mc 4,40). Otras preguntas estaban orientadas al discernimiento: “¿Cuál de estos tres te parece que se portó como prójimo del hombre que cayó en manos de los asaltantes?” (Lc 10,36). Jesús hizo mucho más preguntas que las que contestó y en ocasiones contestó una pregunta con otra pregunta: “Maestro; ¿Qué debo hacer para alcanzar la vida eterna? Jesús le dijo: ¿Qué está escrito en la Ley? ¿Qué lees en ella?”(Lc 10,25).

Como vemos, la pedagogía de la pregunta en Jesús fue muy efectiva y ponerla en práctica podría ayudarnos a mejorar significativamente nuestra catequesis. La técnica de la pregunta y la pedagogía de Jesús son una invitación a la creatividad en la catequesis.

Por otro lado, el catequista no parte de cero, ya que los niños llevan aprendizajes a través del conocimiento y de la experiencia adquirida que deberán ser tomadas en cuenta por él. El Espíritu Santo es el maestro interior. El catequista es sólo el facilitador del conocimiento y de la conversión personal.



Introducción
A continuación presentamos los objetivos y los temarios de las 4 etapas del itinerario para que tengan una visión general o para conocer más el texto o la etapa que se quiere poner en práctica en la pastoral catequética.

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