miércoles, 11 de abril de 2012

Presentación

PRESENTACIÓN

         El documento de Aparecida nos ha urgido a atender con más cuidado las etapas del primer anuncio, la iniciación cristiana y la maduración de la fe para que conduzcan a un encuentro personal, cada vez mayor, con Jesucristo y así fortalecer la identidad cristiana.

         Con este itinerario hemos querido dar respuesta a estas inquietudes y retos en la evangelización  dirigida a los niños y adolescentes de nuestro tiempo.

         Proponemos con este folleto algunas ideas y sugerencias que faciliten el conocimiento, comprensión y utilización de los textos del itinerario de iniciación cristiana: “Paso a paso con Jesús”.

Los elementos que hemos incluido en este folleto son:
Una nueva sensibilidad frente a la necesidad actual de la iniciación cristiana
Retos para una catequesis nueva
Criterios inspiradores
Las acentuaciones que hemos querido ofrecer con este itinerario de iniciación cristiana.
Ubicación general de cada etapa describiendo su contenido y objetivo.
Mapa visual que ofrece un panorama en conjunto de todo el itinerario.
Sugerencias
Los iconos y señalamientos dentro de los temas.
Algunas notas pedagógicas en el método Catequístico.
Una orientación sobre la Pedagogía de la pregunta.
Para concluir se encuentran los temarios de cada etapa con sus respectivos libros para que se puedan estudiar en partes según lo necesiten.
         Para presentar visualmente los elementos de este folleto se ofrece también un disco de apoyo, para quien lo solicite, con las presentaciones de algunos de estos contenidos.

         Con alegría y esperanza ponemos en manos de Santa María de Guadalupe y de Jesús Crucificado nuestro trabajo para que produzca mucho fruto en la vida cristiana y eclesial de aquellas comunidades que quieran utilizarlo como un subsidio en su catequesis inicial.

Hermanas Catequistas de Jesús Crucificado


Himno del Itinerario "PASO A PASO CON JESÚS"



Una nueva sensibilidad frente a la iniciación cristiana

1.   Una nueva sensibilidad frente a la necesidad actual de la iniciación cristiana

La pastoral de la iniciación cristiana despierta hoy en la Iglesia un gran interés y preocupación. Se advierte la necesidad de recuperar hoy el sentido de la iniciación cristiana y conceder a la misma, el lugar que le corresponde en la vida de la Iglesia.

Las razones de esta nueva sensibilidad son varias:
Hoy no es posible pensar en una iniciación cristiana, realizada de modo casi espontáneo, por influjo del ambiente.
La nueva situación cultural y social presenta las características de una fuerte secularización que determina, en muchos casos, el debilitamiento y hasta el abandono de la fe.

         Esta situación lleva a los pastores a la necesidad de impulsar una acción pastoral estrictamente misionera, que lleve a los bautizados a la conversión y a la adhesión consciente y responsable a Dios.

         La familia, por su parte, también recibe el impacto de la secularización  y raramente constituye hoy un ámbito cristiano capaz de formar a sus hijos en la fe recibida.

         Todas estas realidades van suscitando en la Iglesia la necesidad de revisar en profundidad la pastoral de la iniciación y restablecer, en toda su originalidad, la iniciación cristiana.

         Esta realidad nueva, exige para la catequesis volver a las fuentes  y al contexto histórico en que vivió la Iglesia en sus inicios, muy parecida a la nuestra.

         La iniciación cristiana en el catecumenado primitivo supone un camino o proceso de formación por etapas en el que se integran:

El primer anuncio de Jesucristo que se encaminaba  a suscitar la fe y la conversión.
La instrucción catequética.
El cambio radical de vida.
La experiencia litúrgica y de oración, la formación espiritual.
La celebración de los sacramentos del bautismo, confirmación y eucaristía, por los que los candidatos son incorporados al misterio de Cristo y a su Iglesia.

         Por otro lado el catecumenado pos bautismal, que afecta a los niños que son incorporados en los primeros meses de su vida, en el misterio de Cristo y en la Iglesia por el bautismo, supone un itinerario catequético y sacramental que se desarrolla a lo largo de la infancia y adolescencia.

         Al respecto afirma el Catecismo de la Iglesia Católica:

“Desde que el bautismo de niños vino a ser la forma habitual de celebración de este sacramento, éste se ha convertido en un acto único que integra de manera abreviada las etapas previas de la iniciación cristiana. Por su misma naturaleza  exige un catecumenado posbautismal. Se trata del desarrollo necesario de la gracia bautismal en el crecimiento de la persona. Es el momento propio de la catequesis” (CCE 1231).

         La iniciación cristiana de niños, adolescentes y jóvenes, después de celebrado el bautismo en la infancia hoy día presenta cantidad de dificultades que han de tenerse en cuenta para evitar reducir la catequesis de estas edades a la enseñanza o a una tarea presacramental.

No se ha de dar por supuesta la fe y la conversión en los niños; se hace necesario tomar conciencia que los bautizados de toda edad son destinatarios del primer anuncio, incluyendo a los niños bautizados.
Ha de asumirse el despertar religioso de los niños y plantear el primer anuncio a ellos, a sus familias y a los adultos responsables de su educación, como paso previo a cualquier forma de catequesis.
         Esto pide que, celebrado el bautismo, la comunidad cristiana no deje abandonada a la familia ni al niño para que en el hogar mismo suceda la socialización primera de la fe.

         La finalidad de la iniciación cristiana de los niños no es:
La primera comunión sino la incorporación a la vida comunitaria y a la eucaristía en la comunidad adulta.

         Dadas las dificultades que se encuentran hoy para que la familia cumpla su tarea evangelizadora, la comunidad eclesial ha de evangelizar a la familia y ha de favorecer espacios comunitarios para los niños, de modo que ellos puedan crecer permanente y continuamente en la fe y así, ellos se hagan también  discípulos misioneros de Cristo en la familia, en la Iglesia y en el mundo.

         La iniciación cristiana para niños y preadolescentes exige, por lo mismo, un proceso gradual o itinerario catequético con todos los elementos anteriormente señalados ayude a madurar en la fe.


Retos para una catequesis nueva

2.   Retos para una catequesis nueva

A partir de la realidad, descubrimos que para la renovación de la catequesis se requiere:

1º.          Una catequesis en proceso, con etapas de crecimiento, como el proceso catecumenal, opuesto a una catequesis como un acto catequístico aislado. Porque para ser cristiano hay que pasar por un proceso; eso busca la catequesis.

2º.          Una catequesis que tenga como punto de partida a los adultos, porque bautizamos sin conversión y vivimos sin conversión.

    La pedagogía de la fe busca entender, celebrar y vivir el Evangelio del Reino y la participación activa en la vida eclesial. El niño no puede vivir todo esto, en cambio, en el adulto es central; con el agravante de que muchos adultos se quedaron con una iniciación cristiana incompleta. Como consecuencias no es posible una iniciación cristiana de los niños o adolescentes sin apoyo del ambiente familiar.

3º.          Recobrar el concepto verdadero de la catequesis; ésta debe convertirse en escuela de vida cristiana (DGC  30).

4º.          No reducir la catequesis. El proceso de iniciación cristiana no es catequesis presacramental. La iniciación cristiana es un proceso mucho más amplio que sólo preparar para la  primera Comunión y la Confirmación.

5º.     Nuevos métodos y nueva pedagogía. Si contemplamos la realidad, descubrimos que la catequesis no ha logrado formar cristianos maduros. ¿Por qué? La falla no se encuentra en los contenidos, sino en el método y la pedagogía que utiliza.  El Papa Juan Pablo II insistió mucho en hacer una Nueva Evangelización y esto se aplica también a la catequesis. Una catequesis nueva en su método, nueva en su expresión, nueva en su ardor.





Criterios inspiradores

3.   Criterios inspiradores

A continuación presentamos algunos de los criterios que inspiraron este proyecto de itinerario de  iniciación cristiana como una catequesis renovada.

CRITERIOS EN LOS CONTENIDOS

1º.          Catequesis existencial, que parte desde la historia y la persona.
2º.          Catequesis cristocéntrica.
3º.          Una catequesis litúrgica sacramental en que se hace experiencia la liturgia de la Iglesia. No es sólo preparar al sacramento sino acompañar la experiencia de ese sacramento. Por ejemplo: ¿Qué significa haber recibido la Eucaristía?
4º.          Una catequesis eclesial.  

CRITERIOS EN EL MÉTODO

1º.          Catequesis antropológica que parte de la experiencia de  vida.
2º.          Catequesis testimonial. Se necesitan catequistas testigos de la fe, quienes puedan decir: “Yo lo conozco”.  (1 Jn 1, 1-2)
3º.          Catequesis participativa. No expositiva, ni magisterial. Se requiere aplicar las nuevas aportaciones de la pedagogía a la catequesis (constructivismo, pedagogía de la pregunta, etc).
4º.          Catequesis transformadora. Busca dar como fruto una vida transformada por el encuentro con Cristo.
5º.     Catequesis vivencial y significativa. ayudada de lenguajes significativos y de recursos didácticos visuales, auditivos y cinestesicos que favorezcan el proceso de enseñanza y aprendizaje.


Tareas y finalidad de la catequesis

4.    Realizar las tareas y la finalidad de la catequesis:

En el manual de formación catequética del CELAM “Testigos y servidores de la Palabra” encontramos una breve descripción de las tareas fundamentales de la catequesis como viene a continuación:

La finalidad última de la catequesis de logra por medio de unas tareas concretas. ¿Cuáles son las tareas fundamentales de la acción catequizadora? El Directorio General para la Catequesis menciona seis tareas:

Propiciar el conocimiento de la fe, la educación litúrgica, la formación moral, la educación a la oración, la educación para la vida comunitaria y la iniciación a la misión. A las cuatro primeras el DGC (85 al 86) las llama “tareas fundamentales” de la catequesis, y a las dos últimas, “tareas relevantes”.

Las distintas tareas de la catequesis han de ayudar a los catequizandos a crecer como personas y como creyentes, atendiendo todos los aspectos y dimensiones de la existencia humana y de ma vida de fe. De acuerdo con ese criterio, dichas tareas se pueden formular de la siguiente manera:


PROMOVER A LA PERSONA EN SU PLENITUD HUMANA: Ayudar a cada hombre y a cada mujer a crecer en humanidad, a ser más persona; esto es, valorar la dignidad humana, desarrollar armónicamente todas las facultades humanas, educar en los valores más humanos, entre otros aspectos.


DAR A CONOCER EL MENSAJE CRISTIANO: Facilitar el conocimiento y la profundización de los contenidos religiosos, formular una síntesis de fe y dar razón de lo que se cree, se espera y se ama.


EDUCAR PARA LA CELEBRACIÓN Y PARA LA ORACIÓN: Facilitar el conocimiento y la participación activa y consciente en la liturgia de la Iglesia y educar en la oración individual, comunitaria y litúrgica.


EDUCAR EN LOS VALORES EVANGÉLICOS: Facilitar el conocimiento, la interiorización y la vivencia de los valores y exigencias que se desprenden del Evangelio.


EDUCAR EN LA VIDA COMUNITARIA Y EN LA CORRESPONSABILIDAD ECLESIAL: Educar en el sentido de pertenencia y de corresponsabilidad eclesial; formar en opción vocacional y para el compromiso misionero.

EDUCAR EN EL COMPROMISO SOCIAL LIBERADOR: Educar en la lectura creyente de la realidad, educar en el conocimiento y en la aplicación de la Doctrina Social de la Iglesia, así como educar en el compromiso decidido por la promoción humana y la trasformación evangélica de las realidades temporales.

Desde su carácter propio, cada una de estas tareas fundamentales de la catequesis contribuye en el logro de la madurez en la fe de las personas y de las comunidades. Todas, por lo tanto, son necesarias y han de estar presentes a lo largo de los procesos catequísticos.

A lo largo del itinerario de iniciación cristiana para niños y pre-adolescentes “Paso a paso con Jesús” que ahora presentamos aparece gradualmente cada una de estas tareas que busca la catequesis:
Iniciación en el conocimiento de la fe partiendo de un primer anuncio y encuentro con Jesucristo (Etapa 2 y 4) de un descubrimiento del amor de Papá Dios (Etapa 1) de una profundización de la fe y de encuentro con el Espíritu Santo (Etapa 3). Se desarrolló en todo el itinerario una catequesis bíblica utilizando la pedagogía de la pregunta.
Iniciación a la liturgia y la oración que aparece en momentos cumbres como son en la catequesis previa a la celebración de los sacramentos y durante todo el proceso de catequesis al invitar al encuentro con Dios en la oración como un paso metodológico de cada encuentro de catequesis.

Iniciación en la vida evangélica para ésta se proponen objetivos para vivenciar actitudes cristianas (Etapa 1 y 4) y al contemplar y escuchar a Jesús que nos invita a un estilo nuevo de vida (Etapa 2) particularmente el libro No. 6 explica los mandamientos en su sentido positivo.

Iniciación en la vida comunitaria y eclesial para esta tarea hemos propuesto los eventos catequísticos familiares que ayudan a crear un sentido de pertenencia a la comunidad parroquial y de integración de las familias, catequistas y sacerdotes. Además las actitudes cristianas que se quieren formar están enfocadas hacia compromisos de sentido eclesial, social, de solidaridad con los pobres y de sentido ecológico.

Hemos querido también promover a la persona en su plenitud humana al estilo de Jesús a través de contenidos temáticos en el desarrollo de la catequesis del itinerario y de los temas de formación en los valores titulados “En busca del tesoro”.









Ubicación general del Itinerario PASO A PASO CON JESÚS

5.   Ubicación General
Itinerario de iniciación cristiana para niños y
pre-adolescentes “PASO A PASO CON JESÚS”

Estimado catequista:
         La propuesta de este itinerario catequístico quiere retomar lo que la Iglesia pide en sus documentos más recientes acerca de la iniciación cristiana de los niños y preadolescentes. Es un primer anuncio de los contenidos esenciales de nuestra fe cristiana: el amor del Padre, teniendo como centro el anuncio de la persona y obra de Jesús, el proyecto del Reino, la vida cristiana vivida en la Iglesia con proyección social, uniendo la vivencia y celebración de los sacramentos de iniciación.
         En todas las etapas del itinerario se encuentra como hilo conductor de los contenidos, el Misterio de la Santísima Trinidad, y a la vez, en cada una de ellas, se privilegia el anuncio y la acción de cada una de las personas de la Trinidad como podemos ver a continuación.

            PRIMERA ETAPA
“Papá Dios me ama”, libros No. 1, 2 y 3 que acompañan las edades de 4, 5 y 6 años.
         Contenido: El descubrimiento del amor de Dios Padre en el entorno del niño.
         Bloques temáticos: mi persona, los demás, el mundo, Dios.
         Objetivo: Acompañar la intuición natural que los niños tienen de Dios, para iniciarlos en la experiencia de Fe.
        
         SEGUNDA ETAPA
            “Quiero conocer a Jesús”, libros No. 4, 5, 6 y 7 que acompañan las edades de 7, 8 y 9 años. Culminando con la celebración de los sacramentos de la Reconciliación y Eucaristía.
         Contenido: Anuncio y encuentro con Jesús.
         Objetivo: Ofrecer una catequesis kerigmática que presente la persona de Jesús, y acompañe a los niños en su encuentro con Él en la Reconciliación y la Eucaristía para iniciarlos en la vida cristiana.

            TERCERA ETAPA
            “Crecemos en nuestra fe por la fuerza del Espíritu Santo”, libros No. 8, 9, 10 y 11 que acompañan las edades de 10, 11 y 12 años. Culmina con la celebración del sacramento de la Confirmación.
         Contenido: La acción del Espíritu Santo en la historia de la salvación, en la Iglesia expresada en su fe y en la vivencia de los sacramentos.
Objetivos:
1) Profundizar en el plan de salvación realizado por Dios en la historia, que se continúa en la fe y la acción de la Iglesia por la fuerza del Espíritu Santo.

2) Acompañar al preadolescente en la experiencia de recibir más plenamente al Espíritu Santo en la Confirmación y para ser su testigo en el mundo.

            CUARTA ETAPA
            “Con Jesús encuentro mi lugar en el mundo”, libros No. 12 y 13 que acompañan las edades de 13 y 14 años.
         Contenido: Formación del preadolescente en su persona, en su compromiso y en su fe.
         Bloques temáticos: dimensión humana, el reto de ser persona; dimensión cristiana, el reto de ser persona al estilo de Jesús; dimensión vocacional, el reto de descubrir mi lugar en la vida; dimensión social-cultural, el reto de transformar el mundo.
         Objetivo: Acompañar al preadolescente en esta etapa de transformación física, psicológica y espiritual, iluminado por la persona de Jesús, para que descubra su lugar en la vida, en el mundo y en la Iglesia.

         SACRAMENTOS
         Como fruto del proceso del anuncio y encuentro con Jesús, viene el encuentro sacramental con Él. Por eso, como momento privilegiado de la primera y segunda etapa se realiza la celebración de los sacramentos de la Reconciliación y de la Eucaristía, y en la tercera etapa, tenemos la celebración del sacramento de la Confirmación. Para ello se proponen dos libros para la catequesis inmediata.

            VALORES
         Por la situación actual en la que se pierden o relativizan los valores, proponemos algunos temas de formación en esta línea, ya que los valores nos ayudan a crecer y desarrollarnos como personas y nos ayudan a hacer vida el proyecto de Dios en nosotros configurándonos como auténticos discípulos misioneros de Él.
         Se hizo la distribución de los valores a lo largo del itinerario tomando en cuenta las características propias de cada edad, es decir, sus posibilidades e intereses, las necesidades de la familia y de la sociedad en la que estamos viviendo. Ordinariamente, el valor propuesto viene a reafirmar y a ayudar a vivir lo reflexionado a lo largo de una unidad.
         Los temas de los valores están titulados: “En busca del tesoro”. Se pretende propiciar la participación de niños y preadolescentes, despertar la creatividad, el entusiasmo y el gusto por vivir los valores a través del juego. Se mantiene el diálogo que les ayuda a encontrar sus propias respuestas para ir interiorizando y profundizando en ellos.

         EVENTOS CATEQUÍSTICOS FAMILIARES
         Queremos responder a un nuevo contexto, en que la iniciación cristiana ya no se da fácilmente por el testimonio de la sociedad ni en el seno de las familias, por lo que involucramos a los padres de familia en algunas actividades de los niños dentro de la catequesis. A esto le hemos llamado “eventos catequísticos familiares ”.
         La finalidad de estos eventos es, propiciar experiencias de encuentro con la Palabra de Dios  a nivel familiar, que favorezcan el diálogo entre papás y niños sobre la fe, ya que en ocasiones no se hace por no saber qué decir ni cómo hacerlo. Otro objetivo a alcanzar con estos eventos es lograr el sentido de pertenencia al centro catequístico y a la comunidad parroquial.
         Los eventos catequísticos familiares son, por lo tanto, una catequesis vivencial dada a los papás junto con sus niños, con motivo de un evento social o eclesial litúrgico con tinte festivo. Por ejemplo: Día de la amistad, del niño, de la patria, cuaresma, las posadas o Navidad, etc.                    Lo festivo consiste en un momento de convivencia. Estos eventos requerirán tiempo extra del tiempo ordinario de la catequesis, alrededor de 2 ó 3 horas en su realización.

         La temática para los eventos está propuesta al final de cada libro del catequista para propiciar la mentalidad de que son parte del itinerario, es decir que no son opcionales.
         Lo que sí es opcional es escoger qué esquema se da, ya que de la mayoría de los eventos se proponen dos ó tres; lo que requiere de parte de los catequistas que programen y elijan dichos eventos para cada año en curso.

         Los eventos se realizan con todos los grupos de los niños juntos y con los papás, a no ser que por algún motivo pastoral o práctico no se pudiera hacer así.

           

CELEBRACIONES Y ENTREGAS
        Hemos incluido también diferentes entregas de signos y celebraciones que corresponden al catecumenado, pues queremos que la catequesis exprese un tinte de inspiración catecumenal que resalte algún momento de la experiencia cristiana propiciada en cada edad a partir de los 7 años. Por ejemplo:
A los 7 años se realiza la celebración de inicio de etapa, que en el catecumenado sería “la entrada al catecumenado”.
A los 9 años como signo de su encuentro con Jesús, se entrega a los niños un crucifijo en la celebración de la Reconciliación, como signo de que Él es el amigo que siempre los acompaña y perdona.
A los 10 años se les entrega la Biblia, porque el contenido es contemplar y descubrir la acción salvífica de Dios en la Sagrada Escritura, que sigue siendo luz y salvación en el hoy de nuestra historia.

         Además, en la experiencia del catecumenado primitivo se dedicaba un tiempo llamado “iluminación” para ofrecer una formación y acompañamiento más intensivo y espiritual al acercarse el tiempo para la celebración de los sacramentos de iniciación cristiana. Para responder a este momento catecumenal proponemos dos textos:

“Mi primer encuentro con Jesús en la Reconciliación y la Eucaristía”
“Recibo al Espíritu Santo en la Confirmación para ser su testigo”.
         Sugerimos se apliquen de forma intensiva, aunque se puede hacer de otra forma según las necesidades pastorales del lugar.
            MAPA VISUAL
         A continuación presentamos un esquema que llamamos mapa visual en el que se puede ver de forma global la propuesta del itinerario. Está dividido en 7 partes:
Nombre de la etapa
Finalidad
Contenidos
Sacramentos a celebrar
Valores
Eventos catequísticos familiares
Celebraciones o entregas



Mapa visual

6.   Mapa visual


Sugerencias para ti, catequista

7.   Sugerencias para ti, catequista
Queremos darte  algunas  sugerencias  para  mejorar  este servicio y ofrecerte una orientación para el uso de este libro.

En primer lugar, queremos invitarte a vivir con entusiasmo tu vocación como catequista para anunciar con la vida y la Palabra el Reino de Dios y recordarte lo importante que es tu formación.

La formación de un catequista abarca varias dimensiones, una de ellas es la formación pedagógica, metodológica y didáctica en la transmisión del mensaje. Esto, sin descuidar tu formación para crecer como persona, como creyente y como miembro activo en la Iglesia.

Recuerda que el catequista es el primer oyente de la Palabra que anuncia; es un instrumento, una mediación de Dios. Además que el Espíritu Santo es el agente principal en la evangelización; Él es quien trabaja en ti que anuncias la Palabra de Dios y a la vez, en el interior de aquellos que reciben este mensaje.

En este itinerario proponemos una catequesis activa y participativa para la cual proponemos vario recursos didácticos. No es posible pensar hoy en una catequesis que se sostenga sólo con el discurso de la palabra sino que debe tomar en cuenta que “nada existe en el entendimiento que no haya pasado por los sentidos” (Aristoteles) porque en el proceso de aprendizaje-enseñanza, sólo retenemos un diez por ciento de lo que escuchamos. Necesitamos desarrollar nuestra creatividad para utilizar recursos que involucren todos los sentidos por los que se recibe el mensaje, como la vista, el gusto, aquello que tocamos, lo que experimentamos.
Se trata de realizar la catequesis como aprendizaje de la vida cristiana tomando en cuenta los tres canales de aprendizaje: visual, auditivo y cinestésico.
Visual: hay personas que perciben mejor los que ven que lo que escuchan.
Auditivo: hay otras personas que perciben mejor lo que escuchan que lo que ven.
Cinestésico emotivo: otras personas son muy sensibles al movimiento y ambiente psicológico.
Es necesario también saber crear el ambiente para favorecer la disposición interior de los participantes con otros elementos como la música, los signos, el silencio, el tono de voz, etc.

Por eso en los libros para los catequistas se sugieren varios recursos en diferentes momentos del método. Como verás, el uso de los recursos no es algo secundario, son  importantes. Sin embargo la creatividad no se agota en los sugeridos en los libros aquelo que no responda a tu realidad, puedes cambiarlos y buscar y crear otros más apropiados.

Siempre el mejor recurso de la catequesis serás tú como catequista, es decir, tu persona, tu testimonio y tu creatividad.

Como ayuda, presentamos a continuación algunas notas pedagógicas en el método catequístico y otras orientaciones que te serán de utilidad para el desarrollo en cada encuentro de catequesis.

Léelas con atención y ténlas en cuenta a lo largo de todo el proceso propuesto los libros del catequista.

No es posible pensar en un tiempo menor de uan hora para cada encuentro de catequesis. Requieren de un mínimo de hora y media.
Nuevamente, gracias
Hermanas Catequistas de Jesús Crucificado

¡Paso a paso con Jesús! - presentación

8.   Iconos de pasos metodológicos

Seguimos un método que parte de la vida de los niños, sus experiencias cotidianas y su entorno, para llevarlos a la admiración, la gratitud y la alabanza a Papá Dios. Veamos los pasos del método:


Cristo es quien nos ha presentado a Papá Dios, por esta razón aquí encontramos el mensaje que queremos transmitir al niño acerca de Papá Dios y su amor por nosotros.

Se presentan las actitudes cristianas que queremos despertar en los niños, a través de la transmisión del mensaje de cada catequesis.

Son aquellas en las que presentamos algunas características para conocer a los niños o en las que se hace notar alguna manera particular  de acompañarlos durante la catequesis.

Son todos aquellos recursos materiales que servirán para reforzar la transmisión y la asimilación del mensaje a través de los sentidos, que son nuestros canales de aprendizaje.
Es muy importante leer con anticipación los materiales que se ocuparán para la siguiente catequesis para prever si es necesario pedir algo a los papás. En tal caso poner una notita prendida en la ropa del niño.


Se presenta un resumen de los recursos a utilizar y la manera de emplearlos durante la transmisión del mensaje.

Aquí inicia el diálogo entre catequista y niños para transmitirles el mensaje de Jesús.
Es muy importante recordar que el niño no llega vacío, tiene experiencias y aprendizajes adquiridos y además Dios actúa en él; es por eso muy importante el diálogo, hacer preguntas que le ayuden a explorar su vida y su experiencia y saber esperar sus respuestas.
Es igualmente importante el uso del material.
A lo largo de la conversación encontraremos frases de gratitud, alabanza a Papá Dios, es así como los niños se iniciarán de manera espontánea a contemplar a Dios en su vida cotidiana.


Se dan algunas sugerencias para acompañar al niño a expresar a Papá Dios su oración.

Ya se ha hablado ampliamente sobre lo importante que son las actividades; aquí es en donde el niño interioriza el mensaje y expresa su comprensión. Por eso se debe dejar un tiempo amplio para que el niño trabaje.
Se propone el trabajo libre y el trabajo del libro de actividades, que en algunos temas se propondrá realizarla en casa para que los papás lo acompañen y le ayuden.
Sugerimos algunas técnicas como recursos para el modelado y el color.

¡Paso a paso con Jesús! - presentación

9.   Notas pedagógicas en el método catequístico  
etapa 2 y 3


1.    Se sugieren varios recursos para profundizar e interiorizar en la vida.
2.    Cuando se sugieren historias, cuidar que la lectura sea una verdadera narración o, en lugar de leerla, contarla.
3.    Después de reflexionar y comentar el recurso, preguntar: ¿Algo de esto pasa entre nosotros? Con esta pregunta u otra parecida entramos directamente a la experiencia personal, que es la finalidad de este momento del método.
4.    Cuando el recurso es un sociodrama o representación es importante prepararlo con anticipación.
5.    Propiciar en todo momento el diálogo con el grupo por medio de preguntas.
6.    El catequista necesita cuidar de no responder las preguntas él mismo. Saber esperar la respuesta del grupo o formularla de otra manera.
7.    Cuidar los momentos de silencio, motivarlos y vivirlos junto con los niños. Decir frases de admiración ante actitudes positivas y valores, según lo que se esté comentando. Por ejemplo: ¡Qué hermoso es vivir en familia!

1.    Que la lectura de la Palabra de Dios sea clara, fuerte y a buen ritmo.
2.    Si ya saben manejar la Biblia y se tiene buena disciplina, se pueden buscar con el grupo las citas bíblicas.
3.    Después de la lectura preguntar si es necesario volverla a leer, para asegurar su comprensión.
4.    Dialogar y profundizar las lecturas con preguntas.
5.    Si son niños que ya saben escribir, se pueden llevar por escrito las preguntas de la lectura y contestarlas personalmente o en equipo según les facilite más la interiorización, depende de la disposición que se observe en el grupo.
6.    Los silencios después de cada lectura o en otro momento son de suma importancia.
7.    Cuando el catequista invite al silencio, que también viva el silencio.
8.    Variar los recursos para profundizar la Palabra de Dios. Por ejemplo: representar o actuar el pasaje bíblico, hacer preguntas a los personajes o al texto, etc. Cuidar que el recurso enriquezca, que no empobrezca lo reflexionado.
9.    Mantener las frases de admiración. Con ello educamos en la contemplación y en la valoración de las actitudes, sentimientos o acciones bellas.
10.  Al final el catequista hace una síntesis de la reflexión ayudado de lo que dice el tema en su libro guía.

1.    En el proceso del método, la experiencia cristiana es una continuación de la iluminación y una aplicación a la vida de fe de los niños. El catequista que conoce la realidad del grupo hará la aplicación adecuada.
2.    Se hace relación de la Palabra de Dios con la vida cristiana y la vida de la Iglesia.



1.    Crear un ambiente de oración.
2.    Usar signos acordes a la reflexión del día. Dialogar con el grupo sobre ellos: ¿Qué relación tienen los signos con lo que compartimos en este día?, etc.
3.    Preparar el lugar de la oración con anticipación cuando sea un lugar diferente.
4.    Motivar e invitar a la oración espontánea, orientándola ampliamente según el tema.
5.    En alguna otra ocasión, variarla o combinarla con otras formas. Por ejemplo: proclamación de salmos como se hace en Misa.
6.       Propiciar el ambiente de silencio y disposición para la oración.


1.    Es el momento de facilitar a los niños que  relacionen la experiencia humana con la iluminación, es decir, el cómo vivimos la Palabra de Dios. Por ejemplo: ¿Qué relación hay entre lo que platicamos al principio y lo que nos dice la Palabra de Dios? ¿A qué nos invita Jesús? o ¿Qué cambios queremos hacer en nuestra vida para parecernos a Jesús?
2.    Es importante que los niños lleguen a su compromiso personal frente a la Palabra.
3.    Estar al pendiente si algún niño necesita apoyo para formular su compromiso, cuidando de respetar sus propias respuestas para la vida.
4.    Cuando sean acciones a realizar ayudar a concretizar el cuándo, dónde, con quién, etc. para que sean realizables y evaluables.
5.    Las acciones concretas estarán en función de educar en un modo de ser frente a la vida.
6.    El compromiso no siempre será alguna acción concreta, se trata de motivar hacia una actitud cristiana frente a la vida.
7.       Preguntar con frecuencia, cómo estamos viviendo nuestros compromisos y agradecer a quien comparte su experiencia.

1.    Si no se cuenta con el tiempo para memorizar las preguntas como parte de la sesión, se pueden dejar de tarea.
2.    En la siguiente sesión de catequesis se puede iniciar con las preguntas de la memorización para que la conteste con espontaneidad el niño o pre-adolescente que quiera. Después se la tomarán a cada uno.

         Actividades de asimilación en la catequesis y con la familia (tarea)
1.    En el libro de actividades se sugieren algunas de éstas para realizarlas dentro del encuentro de catequesis y otras para realizarlas en su casa o junto con su familia.
2.    Es importante que la actividad se señale en un ambiente de tranquilidad y escucha.
3.    Que la actividad favorezca el diálogo con la familia.
4.    Que ayude a interiorizar y poner en práctica el mensaje. Se requiere ordinariamente del silencio.
5.       En la sesión siguiente, propiciar la comunicación sobre la realización de la tarea y las reacciones o actitudes que se despertaron en la familia.